En el ámbito social, más concretamente los/as profesionales de la educación social, tendremos un amplio abanico de funciones, tales como, trabajar para provocar un cambio, es decir, hemos de promover recursos, intentar cambiar actitudes y valores, de ayudar a las personas a integrarse en la vida social, de formar para conseguir una mayor y mejor participación de las personas en la comunidad.
Dentro del campo de la salud mental y por extensión en la atención a las drogodependencias y adicciones cada vez se hace más necesaria la intervención de educador/a social.
La función principal del educador social es la de recuperar las capacidades de la persona para que esta consiga su máximo nivel de autonomía y de integración social, en este caso a la hora de salir del centro, deberán estar preparados para lo que les espera fuera y ser capaces de enfrentarse a la vida diaria utilizando sus habilidades sociales, que estas serán trabajadas en profundidad.
Dentro del programa trabajaremos como comentaba anteriormente habilidades sociales, se potenciará la autonomía, autoestima, motivación, se realizarán actividades de ocio, se aprenderá a gestionar las emociones de cada usuario, talleres de educación para la salud, se trabajará la seguridad en sí mismos entre otros muchos.
Dispondremos de un aula específicamente para realizar nuestros talleres y terapias grupales, con todo el material necesario para su adecuado funcionamiento.
A modo de conclusión, se compartirá con nuestros usuarios una significativa cantidad de tiempo que dará lugar a una importante implicación personal, esto significa que tendremos la oportunidad o la ventaja de conocer a nuestros usuarios en múltiples escenarios para hacer mejor una intervención personalizada.
MªDolores Becerra Titos.