Adicciones: las recaidas
La adicción como enfermedad incurable implica la presencia o la tendencia a las recaídas, donde la mejor forma de prevención es aceptando el riesgo. Comúnmente, se ha definido la recaída como el regreso a los patrones de comportamiento y pensamientos de la adicción, que ya se habían superado (abstinencia) y que lleva por tanto, la vuelta al uso de la sustancia, regresando al estado anterior de recuperación.
Percepción de las recaídas.
La recaída esta formada por decisiones que la persona toma, conectando una con otras, y formando por tanto el proceso de recaida (Pereira, 2017). Dichas decisiones son las llamadas de “riesgo relativo”, pudiendo parecer poco importantes pero que, al acumularse, van llevando a la persona a un punto imposible de resistir (Pereira, 2017), desembocando o no en una recaída.
Las recaídas durante el tratamiento no tienen que ser un fracaso de este, de hecho forman parte del proceso. Una recaída debe tratarse como un aprendizaje, donde la persona tome conciencia de que no se esta haciendo bien. El proceso de rehabilitación implica el abandono de conductas muy arraigadas en la persona, por lo que es comprensible que resulte muy fácil volver a ellas.
Anticipando la recaída
Se puede observar en muchas personas algunos elementos o síntomas comunes que pueden anticipar una recaída o consumo y que además, pueden servir para su detección precoz y su prevención. Estos son (Zafra, 2017):
– Retorno del pensamiento obsesivo relacionado con el consumo e inversión del tiempo en el fantaseo
con la posibilidad dicho consumo.
– Descuidar el compromiso de la recuperación: Alejarse de los profesionales.
– Discusiones con la familia: Centradas en la percepción del adicto sobre una falta de confianza o sobre la petición de retomar una autonomía no programada por los profesionales.
– Reactivación de los síntomas previos: Señales de impaciencia, irritabilidad y craving (ganas de consumir).
– Aislamiento social: Ataques de resentimiento hacia las personas, normalmente sobre la familia o aquellos individuos implicados en el proceso de tratamiento.
– Exceso de confianza y falso autocontrol: En relación a la exposición de los entornos en los que la persona ha consumido previamente. Es decir, es el coqueteo con la exposición lo que puede terminar en un pensamiento recreativo que lleve al consumo.
– Culpa asimismo o a familiares: Minimización de los logros conseguidos, preocupación por no alcanzar los objetivos o actitud defensiva al hablar de la recuperación.
– Obsesión por el dinero: Tener prisa por la reincorporación laboral sin escuchar las recomendaciones de los profesionales, junto con exigencias personales muy elevadas.
Aunque pueden ser síntomas comunes, cabe resaltar que cada persona es diferente y pueden presentar otros distintos. Estos síntomas a veces son necesarios para redefinir el proceso de recuperación (Zafra, 2017). Es importante manejar este tipo de riesgos y mantener el afrontamiento a la enfermedad desde una posición serena junto con constancia y compromiso de cambio.
Referencias:
Zafra, A. (17 de Agosto 2017). Los 8 puntos clave en la recaída de la conducta adictiva durante el proceso de
recuperación [Entrada en blog]. IVANE SALUD.
Pereira, M. (18 de Abril 2017). Adicciones y recaídas: síndrome de recaída [Entrada en blog]. Instituto Superior de
Estudios Psicológicos (ISEP).
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Tratamiento de adicciones: El síndrome de abstinencia.
Cuando se deja de consumir en caso de una adicción, aparecen una serie de alteraciones psíquicas y físicas que crean un intenso malestar en la persona, pudiendo provocar la repetición del consumo y que se caracterizan por ocasionar un estado antagónico al que se lograba con la sustancia o actividad adictiva, sumamente incómodas para el paciente y que ocasionalmente requiere de un fármaco para paliar las molestias en la fase de desintoxicación (Cervantes, 2020).
La persona puede empezar consumiendo por placer o gusto pero que, a partir de haber sufrido el Síndrome de Abstinencia, consume en parte por miedo a que este aparezca ya que se trata de una situación que crea mucho malestar.
El SA es, además, un cúmulo de reacciones físicas cuya intensidad dependerá de la cantidad, pureza, frecuencia de consumo, etc. Muchas de ellas son comunes a diferentes sustancias y otras son específicas.
Inevitablemente, el Síndrome de Abstinencia incide enormemente en la convivencia familiar, creando un clima de inestabilidad que algunas familias definen como “una falta de control absoluto” (Mas Bagà, s.f.).
¿Todas las drogas producen el mismo Síndrome de Abstinencia?
Los síntomas producidos por las drogas durante el síndrome de abstinencia no son los mismos, aunque existen ciertos trastornos que, en mayor o menor medida, se dan en todas las drogas, como: ansiedad, irritabilidad, alteraciones del sueño y sobre todo ‘craving’ o el deseo de consumir la droga (síntoma psicológico). Además, como hemos dicho anteriormente, la intensidad de los síntomas puede variar dependiendo de la cantidad de droga que se consuma, la frecuencia de los consumos, la vía de administración, la pureza de la droga, etc.
Se debe resaltar que, aunque a primera estancia parece muy dificil de superar, no supone un peligro para la vida de la persona, exceptuando casos como el alcohol y los barbitúricos, donde se necesita ayuda farmacológica.
Síntomas más frecuentes que aparecen en las diferente drogas (Mas Bagà, s.f.):
– 1. Alcohol: Temblores, insomnio, sudoración, náuseas… pudiendo llegar a convulsiones o Delirium Tremens en los casos más graves.
– 2. Barbitúricos: Ansiedad, insomnio, temblores, delirio y convulsiones.
– 3. Heroína: Lagrimeo, rinorrea, irritabilidad, temblores, bostezos, piloerección, pupilas midriáticas, insomnio, vómitos, diarrea, calambres musculares y pérdida del apetito.
– 4. Cocaína: Depresión, irritabilidad, insomnio, cambios en el apetito, náuseas, letargia, anergia, enlentecimiento psicomotor, trastornos en el ritmo del sueño, hipersomnia, apatía.
– 5. Cannabis: Insomnio, hiperactividad y disminución del apetito.
– 6. Anfetaminas: Fatigabilidad, trastorno del sueño, alteraciones del apetito, irritabilidad y humor depresivo.
– 7. Inhalantes: Insomnio, aumento del apetito, depresión, irritabilidad y dolores de cabeza.
– 8. Tabaco: Ansiedad, irritabilidad, alteración del sueño.
El Síndrome de Abstinencia durante el tratamiento del adicto.
Dependiendo del nivel de adicción y de la sustancia o conducta adictiva de preferencia, este síndrome puede durar desde unos días, hasta semanas. Es en este momento cuando el prospecto entra en la fase de mantenimiento de la abstinencia e inicia un proceso de crecimiento personal que en algunos modelos de tratamiento durante el primer año
se enfocan en lo que se conoce como prevención de recaídas, dirigido a lograr una remisión permanente deseable, aún
cuando la enfermedad es crónica e incurable (Cervantes, 2020).
Por eso, el primer año de recuperación es fundamental, ya que es cuando se rompen las barreras psicológicas, se desarrolla la consciencia de enfermedad y se dota al paciente de herramientas para tener una abstinencia prolongada o remisión parcial temprana, además de los cambios neurobiológicos, fisiológicos y orgánicos del individuo.
Referencias:
Hernández, O, L., Támara, Y, P., Ángel, L, E., & García, A, D. (2008). Descripción fenomenológica de la vivencia del
síndrome de abstinencia en pacientes drogodependientes. Psicología desde el Caribe. Vol 21, 85-104.
Cervantes, O. (2020). ¿Abstinencia o sobriedad? CE Noticias Financieras. Spanish ed. Miami.
Mas Bagà, M., (s.f.). CAT Barcelona: Adicciones y problemas psíquicos. Recuperado de: https://www.catbarcelona.com/
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¿Existen familias vulnerables a la drogadicción?
¿Existen familias vulnerables a la drogadicción?
El consumo es un hecho que se produce por la interacción de diferentes factores biológicos, psicológicos y sociales (familiares, escolares y grupales), los cuales ayudan al fortalecimiento de patrones de dependencia (Mendoza & Vargas, 2017).
Son muchos los autores quienes han querido desarrollar los factores que influyen en el consumo, entre los que encontramos: Pertenecer a familias disfuncionales, bajo rendimiento escolar, baja autoestima… Se ha encontrado una fuerte relación entre las variables familiares y el abuso de sustancias, por ejemplo: una estructura familiar poco sólida está relacionada con el comienzo de consumo de sustancias (Pons y Berjano, 2006).
No hay un criterio claro que explique el consumo de drogas, pero autores como Kornbcit y Cols han puesto de manifiesto diferentes propiedades familiares que las hacen más propensas al consumo: El aislamiento familiar, normas poco definidas o inexistentes, ausencia de conducta elogiables, un nulo acercamiento entre hijo y padres, la marginación del hijo, la crianza de violencia sin autoridad y la falta de autocrítica de los padres.
¿Qué otros riesgos hacen más propenso el consumo en una persona?
Villanueva (1989) propone diferentes factores que pueden llevar al consumo drogas:
1.Factores interpersonales:
– El consumo está asociado al fenómeno de grupo, es decir, hay una fuerte relación entre el consumidor y los grupos a los que pertenece, familia y amigos (Otero, Mirón y Luengo, 2001).
– Hay relaciones entre el abuso de sustancias y la ausencia de normas parentales o la negligencia de los padres hacia los hijos (Denton y Kampfe, 2007).
2.Factores intrapersonales:
– Reducción de la tensión: Conseguir un distanciamiento de los problemas o alivio de ansiedad con el consumo.
– Efecto de la droga: El consumo está relacionado con la búsqueda de sensaciones.
– Relación con los iguales (amigos).
– Altos niveles de depresión, ansiedad y baja autoestima se relacionan positivamente con las drogas y su voluntad (Otero, Miron y Luengo, 2001).
– Las habilidades de afrontamiento modeladas por la conducta de los otros, es decir, si los iguales afrontan las situaciones con el consumo de sustancias, es más probable que la persona también lo haga.
3. Factores situacionales:
Se ha encontrado que cuanto mayor sea el contacto entre amigos que inciten al consumo, mayor es la probabilidad de que ellos también consuman. Esto puede ser debido a la presión social para llegar a ser aceptado y tener reconocimiento social. Otro aspecto a tener en cuenta es la cultura moderna, ya que constituye un factor que explica el consumo, promocionando ideales de vida que no reflejan la realidad. Esto
último, conduce a un bienestar disminuido, incluyendo el consumo de drogas entre los jóvenes (MacDonald y Marsh, 2006).
¿Qué efectos puede tener la adicción sobre la familia?
El consumo no sólo afecta a la persona que lo practica sino también a su ambiente, sobretodo su familia. Son muchos estudios los que indican que, los familiares de una persona adicta desarrollan estrés, ansiedad, depresión y fatiga por compasión (Fenómeno que explica la frustación de hacer algo y no conseguir las consecuencias positivas que te gustaría) por el cuidado de la persona consumidora. Además, los familiares puede experimentar también desesperanza, estigma, enfado y vergüenza debido a los problemas relacionados al consumo de la persona.
Los menores en una familia son o podrían ser los más afectados ya que, en muchas ocasiones, experimentan culpa por el comportamiento de la persona adicta, incluso aceptan responsabilidades de adultos, como el cuidado de hermanos.
La adicción puede crear un impacto en los menores llevándolos a un posible uso de sustancias, problemas en la escuela, baja autoestima, etc..
El papel de la familia en la adicción.
El consumo impacta en la familia ya que los miembros que la componen asumen ciertos roles en relación a la persona adicta. Estos normalmente empiezan por buenas intenciones, quieren ayudar a la persona al mismo tiempo que la intentan proteger. Al final, esos roles son lo que facilitan que la persona siga consumiendo, distinguiendo varios tipos:
– El rol más conocido es el “encubridor” del consumo, protege al adicto de las consecuencias de su conducta, defendiéndolo o encubriéndolo con excusas. Esto permite a la persona continuar con sus comportamientos adictivos, además de una evasion de la responsabilidad.
– Otro rol que se podría asumir es el negador de la enfermedad que para minimizar el impacto, ignorando la situación.
Puede haber muchos roles adaptados en la familia pero es lo importante es saber que tiene que hacer la familia si se
da la adicción: Se debe buscar ayuda profesional tanto para la persona como para la familia, donde los tratamientos
de recuperación incluya a esta última, con el fin de que sirva de apoyo social al adicto. Es decir, es importante que la
familia también quede sumergida en el tratamiento del adicto para desesempeñar un papel activo en el tratamiento,
siendo un sistema de apoyo clave y no como facilitador del consumo. Así, la familia también debe trabajar para llevar a
cabo acciones y conductas correctas, siendo una parte importante de la rehabilitación del adicto. Además es
importante que la familia busque ayuda también si asi lo necesita, como la ayuda para el manejo de emociones que
pueden tener con respecto a dicha situación.
Autora: Marta Fernandez
Referencias:
KORNBLIT A. L., CORTAZZO I., FRANKEL D., BILYK A. ‘Detección de familias vulnerables a la drogadicción y estrategias de intervención pertinentes’, Rev. Esp. Drog., 1984. 13, 3, 193-205.
Mendoza, C, L., Vargas, P, K. (2017). Factores psicosociales asociados al consumo y adicción a sustancias psicoactivas. Revista Electrónica de Psicología Iztacala. Vol 20, (1), 139-167.
Mas Bagà, M., (s.f.). CAT Barcelona: Adicciones y problemas psíquicos. Recuperado de: https://www.catbarcelona.com/
NIDA. (2018, julio 2). Las drogas, el cerebro y la conducta: la ciencia de la adicción. Recuperado de: https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/las-drogas-el-cerebro-y-la-conducta-la-ciencia-de-la-adiccion
en 2020, May 26
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ADICCIONES: COMIENZO DEL CONSUMO
¿Por qué el humano consume?
Esta cuestión que se plantea se puede abordar desde diferentes perspectivas, entre ellas, biológicas o psicológicas. Por un lado, en lo que respecta a la perspectiva biológica, se pone de manifiesto que existen dos mecanismos que pueden explicar el consumo:
– La activación de circuitos de recompensa general. Es decir, el cerebro posee un “sistema de recompensa”, donde permite al humano sentir placer al realizar determinadas acciones como comer,
correr, etc (Rodríguez, J.M., 2007). Las drogas actúan a través de este sistema de recompensa, obteniendo la persona un placer inmediato (sin esfuerzo), llegando a un punto en el cual, el cuerpo no podrá producir dicho “placer” por sí sólo, dependiendo ya del consumo de la sustancia para obtenerlo. Esto ha sido demostrado mediante experimentos (Nahas G., Trouvé, R., 1992) con animales, posicionando un electrodo en la zona cerebral de dicho sistema, amaestrándolos a estimularla con una palanca. Finalmente, perdían el interés por comer o beber y pulsaban la palanca sin descanso.
– El otro mecanismo, se puede explicar por la ausencia del consumo (después de ser habitual) al causar alteraciones fisiológicas aversivas, conocido comúnmente como síndrome de abstinencia.
Por otro lado, desde la perspectiva psicológica, nos dice que la persona consume drogas para producir estados placenteros o para evitar el síndrome de abstinencia, es decir, por procedimientos de reforzamiento positivo o negativo (Graña, 1994). Un ejemplo: El consumo drogas para evitar hacer frente a ciertos asuntos.
El consumo puede quedar reforzado o causado por el ambiente, es decir, hay diferentes motivaciones que llevan a consumir: Motivaciones de respuesta social (Huida, libertad, normativa social..) o motivaciones experimentales motivaciones sintomatológicas, sensaciones nuevas, etc), entre otras.
¿Cómo podemos saber si una persona cercana está empezando a consumir o consume?
No hay una guía que nos indique cómo se comporta una persona cuando consume, pero sí se podrían observar cambios a nivel conductual en la persona y utilizarlos como indicadores de que algo está ocurriendo. Dichos signos pueden ser (Guía de SS. SS. Nº 3, Drogodependencias):
– La necesidad de mayor cantidad de dinero, llevando a realizar conductas como: Pedir dinero de forma continua o cogerlo cuando haya algún descuido, acudir a otros familiares para obtener dinero, vender objetos de valor..
– La búsqueda de proveedores, traducido en salidas a deshoras, llegar a casa a altas horas, esconder utensilios..
– Modificación de la conducta de la persona: Cambios bruscos de humor, problemas de sueño, pérdida del aspecto personal, menor relación con la familia, etc.
– Otros
¿Qué hacemos cuando confirmamos que dicha persona consume?
Se podrían destacar diferentes reglas para esta situación según Aguar O. y Cols (1989), entre ellas:
– Reflexionar o hablar de forma abierta y profunda, sin alarmarnos.
– Medir de manera adecuada el problema, es decir, no se debe ni exagerar ni infravalorar.
– Actuar ante el problema: Se debe acudir al centro adecuado ya que, no es un problema exclusivo de la persona, no lo puede resolver sola y, además, pueden estar implicados otros tipos de problemas como los familiares.
– No invisibilizar el problema ya que conduce a un sentimiento de vergüenza, y no se trata de un “vicio” sino de una enfermedad o de un conflicto/crisis personal.
Referencias:
AGUAR O. Y Cols. ‘Las drogas: familia y escuela’. Ed. Instituto de Orientación Psicológica, 1989. Madrid, 99.
NAHAS G., TROUVÉ R., ‘Toxicomanías’ Ed. MASSON 1992, Barcelona.
Rodríguez, J.M., (2007). Comparación de un programa libre de drogas y uno de mantenimiento con metadona en adictos a opiáceos. Intervención Psicosocial. Vol 16, pag 361-373.
Mas Bagà, M., (s.f.). CAT Barcelona: Adicciones y problemas psíquicos. Recuperado de: https://www.catbarcelona.com/
AUTORA DE ESTE ARTICULO: MARTA FERNÁNDEZ CÓRDOBA
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Charla informativa a los profesionales sanitarios de los distintos tipos de adicciones
En el centro de salud de Jaén de Las Fuentezuelas, dimos una charla a los profesionales sanitarios de los distintos tipos de adicciones que hay tóxicas y no tóxicas y el recurso que Aequilibrium ofrece a los profesionales sanitarios para sus pacientes.
Aquí os dejamos un video de la charla:
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Entrevista en Tv canal 45, de Andújar (Jaén)
En esta entrevista hablamos de las adicciones: tipos de adicciones, tratamiento según la edad, la importancia de la intervención familiar en la recuperación, riesgos actuales en adolescentes y nuestros programas de tratamientos de adicciones y comportamientos compulsivos en centros terapéuticos Aequilibrium.
Programa de televisión: Escuela de Salud, de Instituto Almenara
Desde los centros Aequilibrium queremos promover un estilo de vida saludable, esperamos concienciar a la sociedad sobre los problemas de las adicciones y los comportamientos compulsivos y, que como cualquier otra enfermedad, tiene tratamiento.
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Adicciones y adolescencia
En la actualidad, cada vez es más común oír la frase “adicción a las drogas” a una edad más temprana.
Existe la idea equivocada entre los más jóvenes de que diversión y drogas van de la mano y no conciben otro modo de pasárselo bien e integrarse. Los adolescentes, ¿consumen drogas para encajar en ciertos grupos o se juntan con ciertos grupos para consumir drogas? Lo cierto, es que no hay una respuesta concreta a esa pregunta, ya que todo ello dependerá de varios factores como pueden ser: familiares, sociales, ambientales y genéticos.
Uno de los factores que influye y que cobra gran relevancia es el familiar. La familia juega un papel muy importante en esta etapa de la vida. Si los jóvenes observan problemas en casa y tienen una personalidad débil, debido a que está todavía en proceso de consolidación, y a eso le sumamos la falta de habilidades sociales como por ejemplo “saber decir no” o “pedir ayuda”, se mostrará incapaz de hacer frente a dichas situaciones. El resultado de ello es que puede darse el caso de que busquen una forma de evadirse que no sea la correcta, la centrada en el consumo. Por ello, hay que ser lo más cuidadosamente posible con el ambiente familiar.
Cabe destacar que las adicciones tienen un factor clave y es la genética. Así, una persona predestinada genéticamente a padecer una adicción, será incapaz de parar de consumir una vez que haya probado el tóxico. Será entonces cuando hablemos de una persona adicta.
No hay que olvidar que la adicción es una enfermedad crónica y con tendencia a la recaída, por lo que necesita ser tratada lo más tempranamente posible una vez se ha detectado.
Con el tratamiento, lo que se pretende es dotar a las personas de las herramientas necesarias para hacer frente a la enfermedad con la ayuda del equipo de profesionales que lo componen: Personal sanitario (Psicólogos, Psiquiatra, Enfermeros), Educadores Sociales, Terapeutas (adictos recuperados) y Monitores Deportivos. Dicho tratamiento está basado en terapias individuales y grupales, talleres de habilidades sociales, motivación y autoestima, y cambios de conducta a través del deporte.
MARÍA CASAS GARCÍA (PSICÓLOGA) Y MARÍA DOLORES BECERRA TITOS (EDUCADORA SOCIAL)
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¿Qué es el síndrome de abstinencia del alcohol?
El síndrome de abstinencia es una reacción al dejar de consumir ciertas sustancias aditivas para nosotros. En este caso, hemos centrado la atención en una de las drogas que muchas de las personas dirían hoy en día que no lo es: el alcohol. Quizá es una de las sustancias que podemos decir que la tenemos bajo control, que todo el mundo se ha tomado una cerveza alguna vez. Sin embargo puede llegar a un punto en el que no podamos ejercer nuestra propia voluntad sobre el autoconsumo.
Síndrome de abstinencia del alcohol
Una definición clara y explícita de este síndrome nos la ofrece Wikipedia: “El síndrome de abstinencia del alcohol es un conjunto de síntomas observados cuando un individuo reduce o detiene el consumo de alcohol después de un prolongado periodo de ingesta.”
Es decir, previamente al síndrome hay una tolerancia del alcohol por parte del individuo. Esta dependencia física provoca el síndrome de abstinencia una vez que se inicia el proceso de dejar la bebida.
¿Por qué se produce este síntoma?
Antes de nada, hay que decir, que la abstinencia alcohólica puede presentarse tanto en jóvenes como en la edad adulta.
Ya sabemos que la causa principal es beber en exceso, lo que provoca una tolerancia fuerte al alcohol. No obstante, poca gente sabe que el alcohol afecta al sistema nervioso central y por eso se produce el síndrome.
Al afectar al sistema nervioso central el síndrome de abstinencia se produce por los cambios químicos en el cuerpo y en el cerebro.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas que se observan para este síndrome son muy diversos, y como se dijo pueden llegar a ser fatales. Estos son: agitación, alucinaciones, anorexia, ansiedad y crisis de pánico, catatonia, confusión, delirium tremens, depresión, desrealización, sudoración, diarrea, euforia, temor, trastornos gastrointestinales, alucinaciones, dolor de cabeza, hipertensión, fiebre, insomnio, irritabilidad, náuseas y vómitos, palpitaciones, psicosis, excitación, temblores, taquicardia, debilidad, convulsiones y muerte.
Etapas del síndrome de abstinencia del alcohol
Etapa 1 (primeras 6-8 horas sin beber): síntomas básicos como insomnio, ansiedad, mareos, inquietud, etc.
Etapa 2 (primeras 6-24 horas sin beber): taquicardia, temblores, aumento de la presión arterial.
Etapa 3 (primeras 7-48 horas sin beber): convulsiones y probable delirium tremens.
Etapa 4 (primeros 3 días y posteriores hasta los 12): sudores, alucinaciones, confusión mental, desorientación, mortalidad de hasta el 25% si no se trata al paciente.
¿Cuál es el tratamiento a seguir?
El tratamiento propuesto dependerá de la gravedad de los síntomas. La ayuda de familiares y amigos durante las primeras fases de esta enfermedad es muy importante para hacernos sentir mejor de cara a la desintoxicación. En muchos casos nos encontraremos también con intervención médica, mediante la ingesta de fármacos que nos ayuden a reducir la ansiedad que se nos presenta por dejar esta droga.
¿Es posible evitar este síndrome?
Aunque pueda parecernos difícil pensar en evitar esto síntomas, una correcta intervención médica combinada con el apoyo emocional, lograrán que el paciente pueda superar su adicción al alcohol sin padecer este síndrome y hacer su paso por esta desintoxicación más amena.
Ayuda
Si después de leer esto te ha quedado alguna duda sobre este síndrome, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, ¡te podemos ayudar!
Creditos:
Fuente y artículo original vía http://www.tibbon.es/sindrome-de-abstinencia-del-alcohol/
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Equipos multidisciplinares para el tratamiento de adicciones
Superar una adicción no es fácil, pero es posible, especialmente si se cuenta con la ayuda de un buen equipo multidisciplinar.
Según diversos estudios más del 60 por ciento de los pacientes con problemas de adicción están en riesgo de recaída. Esta elevada tasa de recaídas es precisamente uno de los grandes problemas en el tratamiento de adicciones a las drogas.
Por este motivo, contar con intervención de profesionales que han tenido experiencia directa en el consumo de las drogas es de vital importancia para comprender la naturaleza de estas recaídas y comprenden cuáles son los factores de riesgo o de protección para desarrollar y valorar tratamientos eficaces.
La experiencia de personas que han tenido también problemas con las drogas en primera persona es por tanto muy útil. De hecho, las terapias realizadas por profesionales adictos recuperados ha conseguido que más de un 80% de los pacientes consiga salir de su adicción.
El gran éxito de estas terapias podría basarse en la convicción de que realmente se puede salir de la adicción, y los terapeutas rehabilitados son prueba fehaciente de ello. Los pacientes recuperados conocen perfectamente la enfermedad de la adicción y lo que ésta genera en los pacientes y en sus familiares. Son estos profesionales los que cuenta con todas las claves terapéuticas para tratar los problemas de adicción. Y es que, entender la enfermedad es imprescindible para ayudar en la recuperación de adictos que a pesar de su voluntad, no sientes que puedan ser capaces de salir por si mismos de la encrucijada que supone las drogas.
Entendiendo la adicción como una enfermedad, los expertos señalan que es imposible curarse de una enfermedad sólo con la fuerza de voluntad. Y destacan la importancia de los tratamientos para salir de la adicción.
Los datos que muestran las tasas de recaídas de las personas que reciben tratamiento por el abuso de sustancias es similar a la de personas con enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión o el asma.
Los psicólogos y terapeutas consideran que tratar esta enfermedad mental y crónica requiere primero de una desintoxicación de la sustancia química, y luego de la terapia de grupo y de la terapia individual.
Por otra parte, el tiempo que se haya pasado consumiendo también condiciona la recuperación. Si se consume durante años no se puede pretender acabar con la adicción de la noche a la mañana. Los adictos recuperados afirman que hasta que pasen al menos dos años es difícil llegar a tener el pensamiento que les dice que la adicción no compensa en su vida, coincidiendo con lo que dice la OMS (Organización Mundial de la Salud) al respecto. Además, en la mayoría de casos los adictos pasan varios años de consumo hasta que se atreven a dar la cara y ser conscientes de su problema.
La importancia de un equipo multidisciplinar
En Aequilibrium, Centros de terapia de adicciones y trastornos del comportamiento con varios Centros de Tratamientos de adicciones, los adictos son tratados con el objetivo de recuperar el bienestar y el equilibrio emocional.
Para ello cuentan con terapeutas que son adictos recuperados, formados para ejercer la coordinación de las terapias. Además de un gran equipo multidiscipliar formado por psicólogos, psiquiatra, educadores sociales, terapeutas adictos rehabilitados, monitores deportivos, enfermería…
Y es que la complejidad de estas terapias pone de manifiesto la necesidad de contar con un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de diversas áreas de la salud.
Aquí el deporte también tiene un papel esencial en los tratamientos. Utilizan deportes ‘outdoor’ como el ciclismo de montaña y senderismo como vehículo esencial para conseguir sus metas: desintoxicación, rehabilitación, modificación de conductas problemáticas y problemas de socialización.
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Area de Psiquiatría de Aequilibrium
La Consultoria de psiquiatria de nuestros pacientes ser realiza mediante un convenio con la fundación universidad de granada empresa, y es liderada por profesor Dr. Jorge Cervilla
Con amplia experiencia en el manejo de pacientes con patología dual, trastornos afectivos, trastornos psicóticos, y trastornos adictivos.
http://directorio.ugr.es/static/PersonalUGR/*/show/f220d692cfea75a5c9371ad550de1aaf
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