¿Existen familias vulnerables a la drogadicción?
El consumo es un hecho que se produce por la interacción de diferentes factores biológicos, psicológicos y sociales (familiares, escolares y grupales), los cuales ayudan al fortalecimiento de patrones de dependencia (Mendoza & Vargas, 2017).
Son muchos los autores quienes han querido desarrollar los factores que influyen en el consumo, entre los que encontramos: Pertenecer a familias disfuncionales, bajo rendimiento escolar, baja autoestima… Se ha encontrado una fuerte relación entre las variables familiares y el abuso de sustancias, por ejemplo: una estructura familiar poco sólida está relacionada con el comienzo de consumo de sustancias (Pons y Berjano, 2006).
No hay un criterio claro que explique el consumo de drogas, pero autores como Kornbcit y Cols han puesto de manifiesto diferentes propiedades familiares que las hacen más propensas al consumo: El aislamiento familiar, normas poco definidas o inexistentes, ausencia de conducta elogiables, un nulo acercamiento entre hijo y padres, la marginación del hijo, la crianza de violencia sin autoridad y la falta de autocrítica de los padres.
¿Qué otros riesgos hacen más propenso el consumo en una persona?
Villanueva (1989) propone diferentes factores que pueden llevar al consumo drogas:
1.Factores interpersonales:
– El consumo está asociado al fenómeno de grupo, es decir, hay una fuerte relación entre el consumidor y los grupos a los que pertenece, familia y amigos (Otero, Mirón y Luengo, 2001).
– Hay relaciones entre el abuso de sustancias y la ausencia de normas parentales o la negligencia de los padres hacia los hijos (Denton y Kampfe, 2007).
2.Factores intrapersonales:
– Reducción de la tensión: Conseguir un distanciamiento de los problemas o alivio de ansiedad con el consumo.
– Efecto de la droga: El consumo está relacionado con la búsqueda de sensaciones.
– Relación con los iguales (amigos).
– Altos niveles de depresión, ansiedad y baja autoestima se relacionan positivamente con las drogas y su voluntad (Otero, Miron y Luengo, 2001).
– Las habilidades de afrontamiento modeladas por la conducta de los otros, es decir, si los iguales afrontan las situaciones con el consumo de sustancias, es más probable que la persona también lo haga.
3. Factores situacionales:
Se ha encontrado que cuanto mayor sea el contacto entre amigos que inciten al consumo, mayor es la probabilidad de que ellos también consuman. Esto puede ser debido a la presión social para llegar a ser aceptado y tener reconocimiento social. Otro aspecto a tener en cuenta es la cultura moderna, ya que constituye un factor que explica el consumo, promocionando ideales de vida que no reflejan la realidad. Esto
último, conduce a un bienestar disminuido, incluyendo el consumo de drogas entre los jóvenes (MacDonald y Marsh, 2006).
¿Qué efectos puede tener la adicción sobre la familia?
El consumo no sólo afecta a la persona que lo practica sino también a su ambiente, sobretodo su familia. Son muchos estudios los que indican que, los familiares de una persona adicta desarrollan estrés, ansiedad, depresión y fatiga por compasión (Fenómeno que explica la frustación de hacer algo y no conseguir las consecuencias positivas que te gustaría) por el cuidado de la persona consumidora. Además, los familiares puede experimentar también desesperanza, estigma, enfado y vergüenza debido a los problemas relacionados al consumo de la persona.
Los menores en una familia son o podrían ser los más afectados ya que, en muchas ocasiones, experimentan culpa por el comportamiento de la persona adicta, incluso aceptan responsabilidades de adultos, como el cuidado de hermanos.
La adicción puede crear un impacto en los menores llevándolos a un posible uso de sustancias, problemas en la escuela, baja autoestima, etc..
El papel de la familia en la adicción.
El consumo impacta en la familia ya que los miembros que la componen asumen ciertos roles en relación a la persona adicta. Estos normalmente empiezan por buenas intenciones, quieren ayudar a la persona al mismo tiempo que la intentan proteger. Al final, esos roles son lo que facilitan que la persona siga consumiendo, distinguiendo varios tipos:
– El rol más conocido es el “encubridor” del consumo, protege al adicto de las consecuencias de su conducta, defendiéndolo o encubriéndolo con excusas. Esto permite a la persona continuar con sus comportamientos adictivos, además de una evasion de la responsabilidad.
– Otro rol que se podría asumir es el negador de la enfermedad que para minimizar el impacto, ignorando la situación.
Puede haber muchos roles adaptados en la familia pero es lo importante es saber que tiene que hacer la familia si se
da la adicción: Se debe buscar ayuda profesional tanto para la persona como para la familia, donde los tratamientos
de recuperación incluya a esta última, con el fin de que sirva de apoyo social al adicto. Es decir, es importante que la
familia también quede sumergida en el tratamiento del adicto para desesempeñar un papel activo en el tratamiento,
siendo un sistema de apoyo clave y no como facilitador del consumo. Así, la familia también debe trabajar para llevar a
cabo acciones y conductas correctas, siendo una parte importante de la rehabilitación del adicto. Además es
importante que la familia busque ayuda también si asi lo necesita, como la ayuda para el manejo de emociones que
pueden tener con respecto a dicha situación.
Autora: Marta Fernandez
Referencias:
KORNBLIT A. L., CORTAZZO I., FRANKEL D., BILYK A. ‘Detección de familias vulnerables a la drogadicción y estrategias de intervención pertinentes’, Rev. Esp. Drog., 1984. 13, 3, 193-205.
Mendoza, C, L., Vargas, P, K. (2017). Factores psicosociales asociados al consumo y adicción a sustancias psicoactivas. Revista Electrónica de Psicología Iztacala. Vol 20, (1), 139-167.
Mas Bagà, M., (s.f.). CAT Barcelona: Adicciones y problemas psíquicos. Recuperado de: https://www.catbarcelona.com/
NIDA. (2018, julio 2). Las drogas, el cerebro y la conducta: la ciencia de la adicción. Recuperado de: https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/las-drogas-el-cerebro-y-la-conducta-la-ciencia-de-la-adiccion
en 2020, May 26